Con expectativa récord y los motores empezando a rugir, el Gran Premio de la Hermandad ultima detalles para lo que será su 50ª edición, a disputarse del 14 al 17 de agosto entre las ciudades de Río Grande y Porvenir.
El plazo para inscribirse vence este miércoles 10 de julio, y la organización ya confirmó más de 100 binomios registrados. Sin embargo, se estima que la cifra final podría superar los 200 vehículos en carrera, marcando un hito de participación para esta tradicional competencia binacional.
Actualmente, la categoría F lidera el listado de inscriptos con 26 autos, seguida de cerca por la D y la E. La categoría G reservada para los vehículos más potentes ya cuenta con siete máquinas confirmadas, mientras que otras divisionales como la Ci, B, C y A también suman presencia en los boxes.
Los valores de inscripción oscilan entre los 500.000 y 600.000 pesos argentinos, dependiendo de la condición de socio del Automóvil Club Río Grande. Para los binomios chilenos, el costo establecido es de 200.000 pesos chilenos. Desde la organización remarcaron que una vez cerrado el registro, no habrá excepciones, ya que se deben cumplir plazos aduaneros y de seguridad binacional.
En cuanto a la logística, la competencia está organizada por la Asociación Deportiva Local Fueguina de Automovilismo (ADELFA) junto al Automóvil Club local, con un fuerte enfoque en la seguridad en ruta, cobertura médica y coordinación con autoridades de ambos países. La última reunión operativa previa será el 4 de agosto, en el paso fronterizo San Sebastián.
La carrera se desarrollará en tres etapas claves. El viernes 15 se llevará a cabo la clasificación general. El sábado 16, la primera etapa unirá Río Grande con Porvenir, mientras que el domingo 17 se correrá en sentido inverso. El ganador será quien registre el menor tiempo total acumulado entre ambos tramos.
En estos días previos, varios equipos ya recorren el circuito para preparar la hoja de ruta. La pista presenta sectores de barro, agua y zonas con escarcha, lo que anticipa una carrera exigente en todo sentido. Los pilotos deberán adaptarse a todo tipo de terreno, desde superficies rápidas hasta tramos donde el hielo podría jugar un papel decisivo.

