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En un partido repleto de polémicas, Pingüino terminó venciendo a Real Madrid con el tiro del final por 4 a 3 para sumar así los dos primeros puntos en el torneo.
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El sábado comenzó en el gimnasio de la Margen Sur con un gran duelo entre el juvenil Pingüino, que aún no había podido ganar en el torneo, y el experimentado Real Madrid, que tenía puntaje ideal.
Las acciones comenzaron en favor de Real, que fue mejor en el principio, y luego de algunas aproximaciones, Julio Andrade colocó un remate en un ángulo, inatajable para Maxi Trepatt. El juego se fue emparejando, a los 12 minutos Ángel Bogao llegó al empate, y treinta segundos después Agustín Contreras aventajó a Pingüino. Con este resultado finalizaron unos primeros veinte y agitados minutos.
Los dirigidos por Hernández, tomaron de nuevo la ventaja en la primera parte del segundo tiempo, Rodrigo Gómez empató, en tanto que Juan Gomez, con una excelsa jugada individual, salió desde su propia área para llegar al arco contrario apilando rivales y definir ante el achique de Trepatt.
Pero la alegría duró poco, ya que un minuto después de haberse puesto en ventaja, llegó el empate. Agustín Herrero, solo delante del arco desvió un remate largo de Trepatt. Los ánimos se fueron caldeando cada vez un poco más, y de a poco el partido se le fue yendo de las manos a la dupla arbitral.
Una jugada rara se dio promediando la etapa, Renzo Cárcamo tuvo un duro choque con Maxi Trepatt dentro del área, y un claro penal en favor de Real que ninguno de los dos árbitros cobró. Cárcamo quedó tirado en el suelo, varios minutos sin poder moverse, cuando lo pudo hacer salió del campo de juego con un dolor muy fuerte en sus costillas. Los colegiados hicieron caso omiso a esta situación y dejaron que las acciones continúen.
Los minutos finales, como si fuera poco, fueron un festival de tarjetas, primero Ignacio Urrea se fue por doble amarilla en Pingüino, luego EzequielQuiroga en Real vio la azul directa, por último a treinta segundos del final Ezequiel Vicic también se fue por azul directa en Pingüino.
Cuando solo quedaban nueve segundos, Agustín Contreras en una transición encontró mal parado a Real y anotó para desatar la locura en el banco de su equipo.
Cuando los árbitros dieron por finalizado el encuentro hubo un tumulto generalizado donde participaron jugadores y cuerpo técnico de ambos conjuntos, todo esto producto de un arbitraje que se tendrá que rever a futuro para evitar nuevamente este tipo de cosas que ensucian al deporte.
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