No es joda: el 24 de junio nacieron Lionel Messi, Juan Román Riquelme y Juan Manuel Fangio. Sí, los tres. ¿Casualidad? Puede ser. ¿Magia? Seguro.
Messi, el que redefine lo imposible cada vez que toca una pelota. El que nos hizo llorar de alegría en Qatar. El que dijo con el corazón en la mano:
👉 “No me importa ser el mejor de la historia, quiero ser feliz.”
Riquelme, el 10 que jugaba con la cabeza fría y el alma caliente. Ídolo de multitudes, símbolo de la pausa en un mundo que corre. Él lo resumió mejor que nadie:
👉 “Poder es que la gente te quiera mucho.”
Y Fangio, el maestro de los fierros, el tipo que domó la F1 en los ’50 y dejó a todos boquiabiertos. No corría: volaba. Cuando le preguntaron si era el mejor de todos, tiró una joya:
👉 “Yo no corro para ser el mejor. Corro para ganar.”
Tres leyendas. Tres formas de entender la grandeza. Una sola fecha. El 24 de junio no es feriado, pero debería serlo.