A veces, los sueños tardan en llegar, pero cuando lo hacen, encuentran a quienes no se rindieron. Verónica Gutiérrez, con 48 años, madre de tres hijos y una vida marcada por la constancia, será una de las protagonistas fueguinas que viajarán a España para participar del Mundial de Taekwon-Do ITF.
Representando a la Escuela Municipal «Temple Fueguino» de Río Grande, y bajo la dirección técnica de Ramón Balbuena, formará parte de la delegación argentina que competirá en Barcelona del 24 al 27 de julio. No es una historia común: Verónica inició su camino en el taekwondo a los 12 años, pero la vida la obligó a interrumpir esa pasión durante mucho tiempo. Fue recién hace un año cuando decidió regresar al dojang con más compromiso que nunca.
Con raíces en Ushuaia y más de dos décadas de vida en Río Grande, supo reconstruir su vínculo con el deporte en medio de una intensa rutina familiar. Hoy, sus hijas ya adultas son testigo de ese ejemplo silencioso que enseña que nunca es tarde para empezar de nuevo.
Su clasificación no fue casualidad: tras destacarse en los torneos selectivos en Mar del Plata, se ganó un lugar entre los 47 taekwondistas que representarán a Argentina en el Mundial. Pero su historia trasciende lo competitivo: demuestra que el deseo de superarse, la fuerza mental y el amor por lo que uno hace pueden más que el calendario.
El viaje a Barcelona no será solo una experiencia deportiva, será la culminación de un proceso personal de superación y una bandera de inspiración para muchos. Desde el sur más austral, su camino prueba que la edad no es un límite, sino una anécdota cuando hay pasión y convicción.