Quinta en el ranking mundial, en la categoría J1 (para deportistas ciegos o casi ciegos), y en la división de -48 kilos, la deportista surgida en la Escuela Municipal de Judo partió como tercera cabeza de serie (hubo 10 participantes), ingresando a la competencia recién en la segunda ronda (cuartos de final).
Allí se cruzó con Shizuka Hangai (Japón/7°), que en la instancia anterior le había asestado un ippón a la griega Emmanouela Masourou, en tiempo extra. Ledesma fue penalizada con un sido (1:18), antes de obtener un wazari (3:25) y definir el pleito antes del límite (a 19” de su conclusión).
Con dicha victoria tenía doble chance de subirse al podio. La primera prácticamente se le esfumó cuando –en un violento comienzo- la turca Ecem Tasin Cavdar (4°) la venció por fuera de combate –en apenas 32”- en la correspondiente semifinal, debiendo recibir asistencia de parte de su entrenador.
Pero no dejó pasar el tren, y en uno de los duelos por la medalla de bronce obtuvo un wazari sobre Novia Larassati, de Indonesia (11°), y la posterior sujeción para arribar al ippón, solamente se extendió por 3”. La lucha cuerpo a cuerpo fue intensa, con cuatro interrupciones, y la victoria definitiva para la argentina, cuando el cronómetro indicaba que quedaban 1:39 para el cierre.
El oro fue para Nataliya Nikolaychyk (Ucrania/3°), con sendos ippón a los 0:02, 0:40 y 2:34 en sus respectivas presentaciones. Cavdar –única vencedora de Ledesma- se llevó la plata, y la restante presea de bronce recayó en Shizuka Hangai, la otra derrotada por la fueguina.
De esta forma, las premiadas aprovecharon la ausencia de la líder del ranking mundial (Khaiitkhon Khuzan Kyzy, de Kirguiztán), y de su escolta, la brasileña Rosicleide de Andrade, y embolsaron valiosos puntos en pos de asegurarse una plaza en los Juegos Paralímpicos París 2024, a realizarse del 28 de agosto al 8 de septiembre, en la capital francesa.